PROA dialogó con representantes del sector financiero de nuestra provincia en su afán de crear sinergias para su desarrollo. En esta ocasión, en la tertulia de primeros de abril celebrada en el restaurante Casa Herminia, tuvimos como invitados a Juan Gallego Cobo, Director Comercial de Caja Rural de Jaén, a Matías Civantos Torres, Director de Oficina de Empresas del Banco Santander, a Juan Rafael Torres Cantarero, Director de la Oficina de Empresas de Bankinter Jaén y a Francisco José González Corral, Director de la Oficina Targo Bank Jaén.
Nos acompañó también, como empresario invitado, Juan Álvarez Toro, empresario del sector de la restauración y dueño del bar “Quinto Toro”, situado en la Alameda.
La nota común en el perfil profesional de nuestros invitados se caracterizaba por una trayectoria de superación, desde puestos de menor categoría a posiciones de dirección, fruto de su buen hacer y su progresión interna dentro de sus entidades financieras, subrayada por su trato comercial con empresas y clientes, así como por su actitud proactiva para formarse y actualizar sus conocimientos.
Para Rafael Torres, “representar a un banco como Bankinter, que tiene sucursales solo en España, Portugal y Luxemburgo, consolidado, sólido y –al mismo tiempo- joven (acaba de adquirir Evo Bank por su potencial entre los jóvenes universitarios de Erasmus) suponía una garantía de solvencia financiera”.
Francisco González de Targo Bank Jaén, –cuyo curriculum muestra un amplio recorrido por entidades diferentes pese a su juventud y ahora representa a esta nueva banca de origen francés– afirmó que “asociaciones empresariales como PROA tienen que proliferar más para que esta provincia prospere porque tiene un gran potencial… y porque deseo que mis hijos puedan vivir y trabajar en Jaén”. Y añadió: “Vivimos tiempos muy complicados de cambio en Europa y nuestros clientes deben adaptarse a la nueva banca digital, porque los sistemas informáticos están tomando cada vez más decisiones por sí mismos… pero hace falta cercanía y conocimiento real de los clientes… porque –como empresario– sé lo que supone invertir y correr riesgos, por eso os elogio como motor de desarrollo y empleo.”
Matías J. Civantos, del Banco Santander, era consciente de que su banco que “está muy bien posicionado a nivel mundial, muy capitalizado y con una gran marca, tenía una deficiencia que está soslayando: la mejora de la integración de las PYMES. Y, en este sentido, han crecido y se han convertido –tras la adquisición del Banco Popular y la reordenación de su red de oficinas, en la segunda entidad financiera a nivel provincial con 53 sucursales”. Por otra parte, advirtió que la “digitalización o digilosofía” (por usar su término promocional) “será algo inevitable porque la competencia lo es y los negocios con cualquier país lo van a precisar cada vez más. Después de estudiar en Alemania y trabajar en El Ejido de Almería me he quedado sorprendido del desarrollo tecnológico de algunas empresas de Jaén, y me sorprende que no sepamos vender el potencial del emprendedor de cara al exterior. Me encantaría que, a corto plazo, se hable con más orgullo y optimismo de las empresas de Jaén.
Juan Gallego, Director Comercial de Caja Jaén, marcó la diferencia con sus compañeros del sector para remarcar que su entidad es esencialmente provincial, aunque tienen oficinas en Madrid y Hospitalet, porque tienen presencia en todos los municipios de la provincia e, incluso, en las pedanías, con un total de 145 sucursales y casi todas dan resultados positivos. “Tenemos un compromiso social como Caja y queremos evitar la exclusión financiera, prestar un servicio necesario a costa, a veces, de no ganar, pero tampoco de no lastrar con costes negativos. Nacimos en 1957 como fusión de diferentes cooperativas de ahorro y ahora tenemos una red de acuerdos con casi todos los colegios profesionales, con PYMES y Micropymes, con la UJA, con programas de microcréditos para emprendedores… También revertimos nuestros beneficios en investigación, programas sociales y culturales de la Fundación Caja Rural, siendo la entidad que más presupuesto tiene en este sector”.
A continuación, Juan Gallego afirmó: “La banca tiene mala imagen, pero es un sector imprescindible para las empresas, porque vosotros sois el futuro al generar valor y empleo y los proyectos requieren liquidez para comenzarse. Los particulares serán cada vez más digitales, pero las empresas necesitan la interrelación de las personas. Soy autocrítico, tenemos mucho que mejorar…”
José Madero coincidió con él en que es necesaria la cercanía y que él valora mucho a la Caja Rural por el apoyo que ha tenido de la misma, pero que “los índices de impagados de la mayoría de los bancos, casi siempre, son injustos con las empresas que fracasan en algún proyecto penalizándolas para acometer otros, estando demostrado que los buenos empresarios son los que aprenden de sus primeros errores y no tienen miedo en levantarse para hacer proyectos mejores”.
Matías Civantos, de Banco Santander alegó que con el cruce de datos digitales, las incidencias parecen inevitables que aparezcan en los informes previos, porque lógicamente, ni las entidades financieras ni las empresas quieren perder, “pero unas y otras las hacen las personas y, por eso, tenemos que conocernos mejor”.
Juan Gallego, aprovechó la ocasión para insistir que la cercanía de Caja Rural es una garantía para ello, porque las grandes entidades tienen la filosofía de las Sociedades Anónimas y de las empresas del IBEX.
Rafael Torres de Bankinter advirtió de un peligro inminente porque “las grandes empresas tecnológicas (Amazon, Google, Alibaba…) serán la competencia, dado que ya tienen proyectos para ser entidades financieras globales y, en base a los datos y procesos de big data podrán autorizar o denegar préstamos de consumo en tan solo cinco minutos”. Sobre las “incidencias” recordó “que los bancos no quieren ni equivocarse ni perder, y por eso, no se han retirado aún de los informes de impagos cuando hay alguna”.
María Dolores Cabrera, asociada y vicepresidenta de PROA, abogada especializada en derecho contencioso-administrativo y miembro de la Asociación de Mujeres Juristas, argumentó con razones muy claras y directas contra todo el sector bancario, sin personalizar en los presentes, pero incluyéndoles de algún modo en su exposición genérica: “Por mi experiencia profesional, me duele decir que sois los mismos que habéis creado la crisis y, creo que, en ningún momento habéis mirado el alma de ninguna empresa, porque queréis, sobre todo, retorno económico. Seguís cobrando comisiones ilegales por las preferentes, sois empleados al servicio de la élite financiera, no habéis aprendido de los errores, no habéis devuelto lo prestado por el Gobierno central con fondos públicos… Un ejemplo es cómo se alteró el acuerdo del Tribunal Supremo sobre las tasas de hipotecas… Necesitamos otro tipo de bancos y ojalá aprendiéramos de los bancos alemanes”.
Juan González de la Cámara, intervino para matizar: “Si no hubiera habido rescate bancario la gente ahorradora habría perdido su dinero, rescató a quien tenía depósitos”.
Juan Gallego, reconoció que “todos hemos cometido errores, especialmente la banca que invirtió en productos tóxicos, pero ahora la nueva normativa y los controles del Banco de España son mucho más rigurosos”. Y recordó que precisamente Caja Rural, que en su día fue advertida por esta entidad por no invertir en “ladrillo”, fue la que más se salvó de la crisis de la construcción por no hacerlo.
A propuesta de Ismael Muñoz, secretario de PROA, sobre qué sectores eran más estratégicos para sus empresas para conceder créditos en Jaén, el representante del Banco Santander afirmó que apuestan de nuevo por la construcción y la industria, pero que su núcleo de interés “es el agro, sabiendo que tiene un talón de Aquiles, la comercialización, porque hay un gran acomodamiento del agricultor, que no piensa como un empresario sino como un simple recolector”.
Una vez más, el problema del sector oleícola de Jaén encendió las opiniones y las autocríticas y el debate, y ante la supuesta responsabilidad de la Caja Rural como entidad líder en el mismo, Juan Gallego argumentó: “No somos quien para decir lo que debe hacer el sector. Nosotros ponemos las herramientas financieras y los medios para que el agricultor decida. Impulsamos, incluso, proyectos novedosos pero no podemos decidir por ellos”.
Varias intervenciones coincidieron que en hay que “impulsar el dinamismo de la sociedad jiennense para que sea más activa, para que no haya tantos depósitos pasivos en los bancos sino para generar préstamos a la inversión”.
Juan Álvarez de Toro intervino como empresario invitado para mediar: “Me da más miedo dirigirme a la Administración que a los bancos. Las ayudas de las administraciones públicas en mi sector son nulas, al contrario, ponen muchos problemas”.
Andrea Pezzini, puso sobre la mesa un concepto poco manejado en el coloquio, “la importancia y necesidad de la banca ética”, a lo que González, de Targo, reconoció que con la crisis, la responsabilidad social de los bancos ha bajado y que tan solo La Caixa ha proseguido sus grandes inversiones en su Obra Social.
Miguel Ángel García, empresario de PROA comprendía que “todos sufrimos la morosidad y es importante controlar los riesgos, pero que en el momento de la crisis de la construcción, en su empresa, su familia tuvo que invertir sus propios bienes para relanzar la empresa ante los impagos, porque los empresarios no tenemos Seguridad Jurídica. Por eso los bancos tenéis que pensar en qué y cómo nos podéis ayudar por el bien de ambos y del empleo, y para que no aumente la despoblación de la provincia”.
El representante del Banco Santander reiteró “en este momento hay más dinero en la calle para prestar que empresarios y profesionales que lo demanden, aunque la inseguridad jurídica y el riesgo sea inevitable, si bien debemos reducirlo”.
Todos los invitados bancarios coincidían en que hay que buscar el equilibrio entre inversión, riesgo y capital social, pero que los bancos tienen que seguir apostando por la inversión porque los empresarios son el motor de la economía y del empleo.
Juan González de la Cámara recordó la necesidad de más financiación y de empresas de capital riesgo para apoyar la innovación, la tecnología y a los emprendedores como existen en tantos otros lugares del mundo, porque “sin innovación no habrá futuro para nuestra provincia ni para nuestro país”.
Matías Civantos, respondió que “el Banco Santander tiene un fondo de inversión destinado a innovación entre 600 y 800 millones de euros destinados a proyectos con un potencial de crecimiento alto, y también apoyamos el AgroTech, sectores donde se mide más la viabilidad del proyecto y el talento que la aportación inicial del emprendedor”.
Mari Ángeles Osorio, empresaria del sector de la formación, sintiéndose aludida expuso su experiencia personal. “Vine de Tarragona a Jaén y cuando pedí financiación para mi empresa ninguna entidad tradicional creyó en mí. Tuve que irme a un banco nuevo y hoy, que tengo más de cien empleados y centros abiertos en Baeza y en otras provincias, todos los bancos llaman a mi puerta. Esta provincia necesita un motor financiero y empresarial para poder competir en igualdad de condiciones con otros territorios, pero no os toca juzgar a las personas con prejuicios sino invertir con sentido en proyectos viables, porque hay mucho dinero inactivo que no genera beneficios. Sin vosotros no somos nadie, pero sin nosotros tampoco sois nada”.
Dada la intensidad y la hora de la sesión, casi las seis de la tarde, Fulgencio Meseguer, Presidente de PROA, levantó la sesión e hizo entrega a los invitados de una placa de agradecimiento por su presencia en nuestra comida-tertulia, finalizando con una foto de grupo de todos los presentes en el exterior del recinto de IFEJA.
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