La comida-tertulia de PROA del 8 de enero tuvo como invitado especial a José Márquez, Director Comercial de Caja Rural Jaén, —jubilado ya, pero activo como miembro del Consejo de su entidad— y reconoció su experiencia como conocedor de la realidad económica provincial, su gran labor como excelente “relaciones públicas” y su sensibilidad para apoyar a las iniciativas empresariales que diversifiquen la economía de nuestra provincia.
En esta sesión se contó también con la presencia de Blas Melgarejo, como empresario invitado, Director de Calidad y Marketing de Aceites Campoliva S.L., dueña de la marca “Aceites Melgarejo”, hermano del asociado de PROA Pedro Melgarejo.
Tras una somera presentación de los asociados y sus empresas, la mayoría conocedores de la labor los invitados, a los que reconocieron su entrega con sus respectivos proyectos empresariales durante estos años, José Márquez valoró la importancia de asociaciones como PROA, lamentando que no hubiese más empresarios como los presentes o más asociaciones como esta.
Más tarde, declaró: "me da pena que la sociedad de Jaén parezca acomodada frente a los datos de su realidad. Incluso como bancario, siento que en nuestra Caja Rural haya más depósitos a plazo fijo que créditos a proyectos empresariales, porque necesitamos más inversiones para crear valor y empleo”.
En ese sentido, continuó “aunque creo que es importante reconocer el potencial de nuestro olivar para la economía, tenemos que pensar que hay más cosas que el aceite de oliva. Y os lo digo a vosotros, que representáis muchos otros sectores, porque lo que ha hecho Fulgencio en Software DelSol es extraordinario, una empresa de tecnología que da sustento a 150 familias. Sin duda, lo que Jaén necesita es gente decidida, con capacidad de crear valor y empresas”.
José Márquez, lamentó también –coincidiendo con los asociados de PROA– que la comunicación por carretera y ferroviaria no esté a la altura de las necesidades de la economía de la provincia si queremos que inviertan empresas de fuera o venga más turismo. Lo que un asociado ratificó por contraste con las licitaciones aparecidas recientemente en el BOE para tramos del AVE de Levante hacia Almería.
Como responsable comercial de Caja Rural que ha podido conocer de primera mano a tantas personas, empresas, proyectos y entidades, observó que “acomodarse y ser conformistas es el factor más negativo de nuestra sociedad provincial, y que frente a eso hacen falta más personas que tiren del carro, con otra actitud, como las personas que estáis aquí, arriesgando en vuestras empresas, dedicando un tiempo cada mes para seguir buscando soluciones”.
En el coloquio que estas palabras provocaron muchos asociados coincidieron con el invitado en que “acomodarse y conformarse” es una mentalidad pasiva derivada de la creencia de que los problemas se arreglan solos o solo los pueden resolverlos los políticos, cuando por el contrario el problema es más sistémico, porque la economía real se mueve en otras coordenadas y necesita una nueva actitud más proactiva. Necesitamos, se afirmó, que se eduque a los jóvenes en responsabilidad, esfuerzo, valores y esto se haga extensivo a la economía y a la formación a todos los niveles y en todos los sectores socio-económicos de la provincia.
Para algunos presentes, la resistencia al cambio es una constante muy pesada cuando falta interés y motivación para mejorar y cuando se produce el acomodo; aunque para otros este problema lo están pagando ya nuestros jóvenes que se tienen que marchar, dejando sin capital humano cualificado a esta provincia.
José Márquez y otras voces, reconocieron el papel de la Universidad de Jaén, pero constaron que estamos perdiendo ese potencial porque la renta de nuestra provincia está bajando con respecto a otras provincia de España y que se necesitan medidas urgentes.
Blas Melgarejo insistió en que “tiene que haber un punto de inflexión para que los jiennenses reaccionen” y tal vez éste no tiene por qué ser la pérdida de las ayudas de la Política Agraria Común (PAC) europea, -coincidieron varias opiniones- sino una mejor redistribución de las mismas, más justa y que incentive el cultivo sostenible y la calidad del aceite, porque sin estas ayudas y otras al empleo rural, el problema del despoblamiento de nuestros pequeños pueblos sería mucho mayor.
Ante la insistencia de los moderadores en que se ofreciesen propuestas positivas, los asociados añadieron numerosas sugerencias como: evitar los fraudes institucionalizados por las grandes empresas que controlan el mercado del aceite, manteniendo el panel Test y avanzó la creación de un nuevo comité oleícola internacional dependiente de una universidad californiana con presencia de marcas cualificadas jiennenses; seguir primando las ayudas a los cultivos más respetuosos con el medio ambiente con subvenciones para olivares sostenibles; valorar y fomentar el turismo ecológico en razón del potencial de nuestros parques naturales (por ejemplo, turismo ornitológico); promover por el Gobierno que se instalen tres o cuatro empresas como VALEO en nuestra provincia, cosa que fue discutida por otros asociados porque quien decide instalarse en un territorio es el empresario si le conviene; o que la solución está en la formación de la mujer en cuanto su potencial de estudios está superando por egresados a los varones y tiene capacidad actualmente para protestar, exigir y crear en equipo.
Sin duda, el apasionado debate, entre catarsis y propuestas, dejó la conclusión en un punto de sumo interés para otra tertulia: el cambio de actitud será de ideas, valores y actitudes (cultural) pero la palanca de cambio tendrá que ser por un consenso básico a favor de la educación, la equidad, la creatividad, el emprendimiento y la innovación.
En este sentido y para finalizar, Fulgencio Messeguer, en su línea de acción práctica y resolutiva, anunció la creación de la Fundación “1, 2, 3, Emprende” que presidirá su hermana Pilar Meseguer, y recordó que está en estudio la creación de una “Escuela de Empresas” promovida por asociados de PROA.
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